Ya en mi viaje de vuelta al mundo me di cuenta como curiosamente las mujeres viajan mucho más de forma independiente que los hombres. Una de las razones es porque en general tenemos más habilidades comunicativas y de conectar con desconocidos, nos gusta compartir experiencias culturales y también sentir estilos de vida completamente distintos al nuestro. La mayoría de mujeres buscamos mucha información y utilizamos todas las guías posibles para encontrar lo que deseamos hacer en nuestros viajes.
Con la recién noticia de las dos jóvenes argentinas de 21 y 22 años de edad que se encontraban de vacaciones en Ecuador y fueron halladas muertas, más que nunca es importante que todas aquellas que nos atrevemos a la aventura seamos capaces de visitar todas las partes remotas del planeta de una forma segura y responsable, estando menos indefensas a actitudes culturales tanto sociales como religiosas donde no nos queda más remedio que hacer un esfuerzo de autocontrol para no exponernos a riesgos innecesarios.
Es importante ser conscientes de que en todas las regiones continuamos siendo vulnerables ya que no existe un respeto a la igualdad y a la seguridad deseada y por ello, sigue siendo imprescindible hacer los deberes antes de preparar las maletas. Sabemos que el buen o mal azar del destino siempre están presentes pero la premisa de que a mayor información y preparación más probabilidad de éxito “sin sustos” puede tener nuestra aventura (por ejemplo: si sabemos entre otras, la manera de vestir de los locales o como debemos interactuar con ellos, el evitar zonas aisladas, no salir por la noche, etc.) más fructífera será nuestra andanza.
En conclusión, este escrito quiere ser una reivindicación para no permitir la vigencia de algunos patrones sociales que impiden a estas alturas que las mujeres despleguemos nuestras alas para volar y conocer entre otras, el mundo a solas o en compañía.
Lamentablemente, las agresiones sexuales y los asesinatos se encuentran tanto en los países lejanos como a la vuelta de la esquina y no debemos concentrarnos en el miedo “por lo que pueda suceder” cada vez que iniciamos una aventura; con la sensatez y la prudencia es suficiente; sino más bien, que nuestra sociedad atienda, ponga el punto de mira y gaste energías en erradicar las situaciones de inseguridad y criminalidad y tener tranquilidad, todas las personas en todos los países .
Sandra Canudas
Psicoterapeuta, Experta en inteligencia emocional aplicada a los viajes y en Turismo y género
www.Turismoygenero.com www.consultoriaviajes.com
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